LA IMPORTANCIA DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA.
El trabajo educativo para alcanzar
un buen equilibrio psico-social en la
vejez debe comenzar con la infancia
y la adolescencia. Para este trabajo
es fundamental el dominio de los
conceptos de respeto al anciano, de
que todos envejecemos y que por
ello todos nos enfrentaremos a
nuestra propia vejez en el momento
en que corresponda, además de
desarrollar una verdadera "cultura
de la sabiduría y la experiencia en la
tercera edad" fijándonos mas en los
aspectos positivos que trae el llegar a la vejez, y destacando
los valores que sólo se alcanzan a
través de lo vivido que les confieren
a los ancianos la experiencia y la sabiduría como se explico anteriormente
Es de gran interés, además, promover
las relaciones de armonía y no
de equilibrio de fuerzas antagónicas
entre las generaciones más jóvenes
y los ancianos.
EDUCACIÓN EN LOS ADULTOS.
La educación para los adultos
merece un análisis especial en
cuanto a la etapa de la prejubilación
como período apropiado para
nociones capaces de variar
radicalmente sus consecuencias
cuando se actúa debidamente sobre
él. La educación para el ejercicio físico
sistemático, que generalmente se
pierde en la etapa productiva de la
vida, es otro factor de alto valor
preventivo de la actividad física y
además establece los hábitos de
ejercicios antes de que se alcance la
tercera edad.
Las reflexiones acerca del fenómeno
del envejecimiento,
al cual sólo se escapa con la muerte,
alcanzan un valor especial en esta
edad en la que ya se hacen
presentes los primeros signos del
mismo, como son la presbicia, las
arrugas, el encanecimiento, etc.
La aceptación de las limitaciones
comienzan a ser un proceso difícil, por lo cual el individuo
requiere atención, apoyo y comprensión.
Ezequiel.z
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